Yo no creo que sea posible reírse más con una obra literaria que con los Cuentos de Pepe Monagas. Honestamente, me parece imposible. Les reto a demostrar lo contrario. Díganme si ustedes se ríen más con Aristófanes, Wilde, Twain, Chesterton,… Díganmelo si se atreven. Entren ustedes en el mundo de Pepito y Soleá y díganme si no se explotan de la risa, si no reconocen a gente que anda con ustedes, si no se reconocen ustedes mismos, en su más honda raíz popular y risquera. Si alguien se atreve a decir que no tengo la razón, es que no ha pasado y repasado como yo los Cuentos, deseando montarse en una tartana que lo lleve a Tafira y hasta compartir un velorio con ese personaje, que creó el genial Pancho Guerra para retratarnos a todos. Sí, a ustedes también. Y así lo digo y lo mantengo, porque no me queda otra, per recula reculorum. Suculúm.