
Este relato autobiográfico de los albores del golpe de estado franquista en La Laguna debería ser obra de obligada lectura y estudio, no porque uno esté a favor de las imposiciones, sino porque se le antoja poco menos que incomprensible aquel periodo tan oscuro sin volver una y otra vez a este magistral texto. La prosa de Nivaria Tejera es poética, evocadora y trágica como ninguna. Es pues su más útil herramienta a la hora de pergeñar este relato familiar que se nos presenta como un crisol de terribles vivencias en la Nivaria de ocho años de edad. La escritora canario-cubana, supongo que sin saberlo, pasará a la posteridad por esta cruenta descripción de aquellos funestos años, a la que la muerte de la infancia no hace sino añadir un dramatismo aún mayor. Imprescindible.