
La Provincia de hoy nos deleita con una noticia de las de antes, de cuando el periodismo era leal y sus profesionales se esforzaban denodadamente por honrar a la pluma, a la corona y a España. En esa estirpe inefable se enclava Borja Valcarce, del que nos declaramos fervientes seguidores de aquí en adelante, y más allá. Su excelso texto nos deja perlas como «El volcán sintió ayer la llegada de los Príncipes de Asturias», «Los herreños […] estallaron en vítores», «El volcán, sin embargo, quería ser protagonista», «Al fin pasaba algo que se podía celebrar».
Pero, en favor de la justicia, concedamos que no todo el mérito es del leal súbdito de la corona Valcarce, y felicitemos también la sumisión y pleitesía del diario capaz de publicar esta «noticia» en pleno 2012 y titularla «El volcán herreño regala a Don Felipe una columna de vapor». ¡Qué poesía! ¡Qué ingenio! ¡Qué mareante altura periodística! Y qué nostalgia descarada por los buenos tiempos, aquellos en los que el centinela de occidente velaba por la tranquilidad del sueño de todos. Gracias, La Provincia.