El tono de las declaraciones aumenta. Un representante iraní dice que podrían cerrar el Estrecho de Ormuz, lugar de paso de una tercera parte de los envíos de petróleo desde el Golfo Pérsico al resto del mundo. La reacción norteamericana no se ha hecho esperar: «es una amenaza para todos nosotros y una línea roja para EEUU». ¿Y si hay guerra en Irán?