Un caso práctico: usted vive una isla donde los movimientos sísmicos son frecuentes. Debe atravesar la isla. No por ninguna emergencia. Simplemente debe atravesarla. ¿Tomaría usted el túnel por el que se tarda tres cuartos de hora en hacer el trayecto o tomaría por la carretera vieja por la que tardaría dos horas? Según parece, en El Hierro los conductores mayoritariamente prefieren sin lugar a dudas meterse en un túnel aunque haya actividad sísmica. El Presidente del Cabildo, Alpidio Armas, –experto en atajos para llegar antes donde nadie lo espera- apoya este criterio y se manifiesta en la calle junto a los ciudadanos que no temen arriesgar su vida y la de los suyos para ahorrarse una horita de camino.
Ejemplos menos dramáticos los tenemos en Gran Canaria o si no, hagan el cálculo de lo que ha supuesto en millones de euros esos dos grandes avances como los nuevos puentes de la carretera de Teror o la nueva carretera de La Aldea. En ambos casos, el ahorro de tiempo es más bien escaso; el gasto de dinero público, importante. Tanto en el caso de la isla de El Hierro como en el de la isla de Gran Canaria, parecen ser mayoría los que anteponen la prisa o la comodidad a cuestiones aparentemente baladíes como la seguridad o la preservación del medio ambiente. Es el triunfo del pensamiento sobre ruedas, del coche sobre el ser humano.
P.S: Este texto es el primero de una colaboración que este Tamaimo inicia en el programa «El Corrreíllo Informativo», en Canarias Ahora Radio. Fue emitido el pasado jueves 20 de octubre.