Lo de las redes sociales es como una ola traicionera. Cuando va creciendo te parece magnífica y cuando estás dentro, ya no tanto. O como esa seba que se te enreda en la quilla y que después tienes que andar quitando sentado en los callaos. Facebook es un poco así: están los amigos, los conocidos, te enteras de noticias, intercambias ideas, opiniones,… pero también hay mucho rascacio, gente mala. Gente que, por ejemplo, no tiene otra cosa que hacer que crear grupos para meterse con un menor, como tú, por su acento, su pelo,… En fin, pura envidia. Ya quisiéramos más de uno robar las olas como tú o tener ese look que seguro que trae locas a las pibitas de Tenerife. Tú tranquilo, Yahel. Es pura rasquera. Y además, hay montón de paisanos tuyos, canarios de las siete islas, que ya les estamos dando por los besos. Somos gente como tus padres, los amigos de tus padres,… y hace no mucho éramos pibes como tú, aunque no tan virgueros con la tabla, pero hablábamos y hablamos igualito que tú. Y a mucha honra de hablar como nos enseñaron nuestros padres. Fíjate tú que ahora, con el Cola Cao –aunque yo soy más de gofio, ya tú ves- nos vinimos a conocer y a encontrarnos defendiendo a un pibito que es un orgullo para todos los canarios. Fíjate que nos unimos y a esos toletes les estamos cerrando la boca. Fíjate qué curioso, que los canarios, aunque seamos pequeños también somos capaces de hacer grandes cosas.