“En el fondo le gusta que le peguen. Mucho quejarse, mucho victimismo, pero después nada le gusta más que le dé su merecido. Bueno, eso, y que la insulte, en público y en privado. También su poquito de humillación de vez en cuando. Siempre viene a por más y es que, en el fondo, le gusta que le peguen”.
¿Qué pensarían ustedes si un hombre hablara así de su pareja? ¿No les parecería una conducta infame por parte del susodicho? Inmediatamente, ¿no sentirían que esa mujer está en peligro, que seguramente tiene una autoestima tan baja que le impide reaccionar? ¿Cómo puede alguien permitir que se le trate así, que alguien te agreda físicamente y/o de palabra? ¿Por qué esa persona no actúa, busca ayuda, se defiende,…? ¿Tan paralizada, tan falta de empoderamiento está que no puede salir de esa situación? Siguiendo con mis preguntas, ¿y si otra mujer oyera las frases del comienzo y las celebrara y se jactara de ellas? ¿No pensaríamos que sería imposible menos solidaridad, más desvergüenza? ¿Quizás opinaríamos que esta segunda mujer también padece de la bajísima autoestima, nula confianza propia, parálisis vital,… que aquejaría a la primera? ¿Es también una víctima?
Bien, ahora les propongo que lean las declaraciones del humorista catalán Dani Mateo a su paso por Canarias y el tratamiento que el periodista hace de las mismas.
Post Scriptum:
“e) Los clichés reproductores: un conjunto de clichés compuestos con imágenes deformadas del hombre canario: -aplatanamiento, torpeza, incapacidad,…- que internalizados en el inconsciente, reproducen en la gente un trato negativo de sí misma. Y un montaje de clichés filmados sobre valores supuestos o ampliados del conquistador en orden a reproducir su valoración idealizada.”
Alemán, Manuel. Psicología del Hombre Canario, edición propia, Las Palmas de Gran Canaria, 1981, p. 51