Hoy, todos los canarios tenemos el corazón encogido en un puño. La sinrazón del fuego nos golpea nuevamente, esta vez en la isla de La Palma. No es momento ahora de hacer sesudos análisis. Cuando toda esta locura pase habrá que dedicar algún tiempo a reflexionar sobre esta desgracia, sus responsables, el tratamiento a los afectados, la intervención de las autoridades,… Sin embargo, no me resisto a dejar constancia aquí del a mi juicio excelente trabajo de la Televisión Canaria. Su cobertura del suceso es extensa, en tiempo real. Los canarios del exterior hemos tenido en la Televisión Canaria Internacional un inmejorable medio de información, que nos ha mantenido puntualmente al tanto de la evolución del incendio. Pienso que más de uno de los que piden “audiencia cero” para la Canaria o directamente que la cierren, debiera aprovechar y reflexionar sobre cómo hubiera sido la cobertura de este suceso –cuya presencia en los medios españoles es secundaria- de no haber contado con una televisión pública propia.