Vengo de leer este artículo en prensa, en el que Fernando Fernández aprovecha para meterle un viaje a CC, que para eso estamos en campaña. Hay mucha tela que cortar en lo que dice Fernández, pero lo que más me llama la atención es el potaje que se guisa Gabriel Mato en los dos últimos párrafos.
Dice Mato, número 13 en la lista del PP al Parlamento europeo, que los canarios “tienen claro” (también podía haber dicho “tenemos”, ¿no?) que el PP “va a defender sus intereses”, y que los canarios “dirán que prefieren al PP […] para que volvamos a ser importantes y no un problema para Europa”.
Y pregúntome yo ¿de cuándo a dónde ha sido Canarias un problema para Europa? Que yo sepa, Canarias ha sido desde siempre plataforma de expansión europea, el cercado donde los europeos plantaron cultivos lucrativos para la exportación, el solar en el que se montó una golosa industria turística cuyos beneficios acaban en Europa, no en Canarias. Los intereses europeos en las islas han sido y son notorios.
Entonces ¿cómo es que somos un problema? ¿Resulta entonces que los magnánimos europeos nos han estado soportando y manteniendo todo este tiempo por pura generosidad, y yo sin enterarme? Y sobretodo ¿qué podemos esperar de un representante nuestro que considera una carga a quienes representa, cómo va a defender nuestros intereses cuando de entrada casi pide perdón por existir?