Ayer, mientras hacía algo de guasacaca –les vinculo la receta que utilizo- escuchaba en Radio San Borondón a César Rodríguez Placeres, director de la emisora, y a Francisco Moreno, director de proyectos audiovisuales para Editorial Prensa Ibérica. Ambos se mostraban de acuerdo en criticar todo el asunto de la adjudicación de las licencias para televisión digital terrestre realizadas por el Gobierno canario. La conversación aparecía trufada de vocablos como “amiguismo”, “clientelismo”, “judicialización”, “regeneración ética”, “actitudes dictatoriales”, “libertad de prensa”,… Moreno se consolaba con todas las televisiones que su grupo ha abierto en la Comunidad Valenciana, donde las adjudicaciones deben ser maravillosas, oigan. No tengo la más mínima duda de que el Gobierno –como en tantos otros temas- ha usado esta cuestión como herramienta de control político y para pagar favores. Ahora bien, escuchando a ambos, no podía dejar de hacerme una pregunta: ¿si le hubieran concedido algunas licencias de televisión digital terrestre a Editorial Prensa Ibérica, habría escuchado esta misma conversación? No voy a responder esta pregunta, no sea que me denuncien. La guasacaca me quedó excelente, por cierto.