Me entero a través del blog de mi amiga Esther, Atarecos, de la nueva y coqueta página de Mestisay. Allí, además, me llevo una gratísima sorpresa. El grupo grancanario anda detrás de un Homenaje Nacional (sic) a Totoyo Millares, que se celebrará en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria el próximo 30 de diciembre. Me encanta el nombre: no será «una velada con Totoyo» ni «Totoyo y sus amigos», sino un Homenaje, con mayúsculas, Nacional, porque se lo da su Nación, Canarias, en agradecimiento por tanto como ha hecho y sigue haciendo por ella. No sé si podré asistir pero, en cualquier caso, la noticia me llena de alegría, esa alegría que nace de ver cómo se hace justicia. Por una vez, y ojalá que sirva de precedente, los canarios vamos a tener la oportunidad de rendir homenaje a quien tanto ha hecho por la cultura de las islas y por nuestro instrumento nacional, el timple. Ha sido la suya una labor muchas veces ninguneada, que se ha topado demasiadas veces con la natural (¿o inoculada, más bien?) desconsideración que suelen tener algunos canarios por nuestras cosas, nuestra gente, nuestro ser más íntimo,… En esta impagable entrevista Totoyo se queja con amargura, junto a José Antonio Ramos, de las burlas y hasta desprecios que tuvo que aguantar en su incansable lucha por elevar el timple, el alma del pueblo canario, al dignísimo lugar que le corresponde y hoy ocupa. A él antes que a nadie se lo debemos. Estoy seguro de que el acto en sí será un enorme éxito pero además será también una cita imprescindible para quienes creemos que devolverle a nuestro pueblo su propia cultura, con dignidad, cariño y talento, no es sino otra forma –acaso la mejor- de servirle. Con el imborrable ejemplo de José Antonio Ramos en la memoria, celebremos a quien tanto sembró por nuestro pequeño país atlántico.