
Publicado originalmente el 27 de julio de 2016
Esa fue la pregunta que intentó responder Samuel Pulido, Coordinador del curso, en su ponencia de ayer. En esta primera jornada intervinieron Sandro Mezzadra de la Universidad de Turín y el citado Pulido de la Universidad de La Laguna y Colegio de Europa. Lo más destacado fue la notable participación de los matriculados, cifrados en torno a una treintena.
Josemi Martín, presidente de la Fundación Canaria Tamaimos, abrió el curso agradeciendo la posibilidad brindada por la Universidad de Verano de Maspalomas. Expuso los principios de la Fundación, a la vez que citó a Juan Manuel Trujillo: «Canarias se ignora e ignora que se ignora». Lo hizo para explicar que esa ignorancia está sustentada en la dificultad para entender Canarias. Destacó la labor de los iniciadores de los estudios decoloniales y al psicólogo Manuel Alemán como paso para comenzar a entender la complejidad del Archipiélago.
Ya en materia, Mezzadra resaltó Canarias como uno de los lugares claves en la emigración a Europa. Canarias es territorio de frontera, márgenes como los llama el italiano, citando su trabajo junto a Brett Neilson «La frontera como método». Conceptualizó el Archipiélago como laboratorio, para la conquista del Nuevo Mundo y como soberanía o déficit de ella. Continuó hablando del uso de las islas como cárceles, lugares de destierro, colonia penal…
El concepto isla como lugares de importancia, centró buena parte de la ponencia. Cita a Franz Fannon en «Los condenados de la tierra» en su crítica anticolonial. Mezzadra reflexionó en torno a tres importantes términos más que influyen en las teorías decoloniales: el eurocentrismo imperante, la relación centro-periferia y el desarrollo, sobre lo cual Arturo Escobar definió que el norte marcó la norma de desarrollo que debía reproducirse en el resto del mundo.
Llegados al coloquio, el investigador italiano disertó sobre los conceptos decolonial y postcolonial. Sitúa el origen de estos estudios decoloniales en la India británica. En los últimos 10 años se empieza a estudiar procesos decoloniales en América Latina. Unidos a este concepto, emergen otros como el feminismo postcolonial, que surgen de teorías feministas externas y se insertan en el mismo paradigma y el de raza o pertenencia. En ese sentido indica que «la raza y la clase son las formas de dominación cuya priorización de una sobre la otra no tiene sentido». Posteriormente explica que es necesario generar un nuevo concepto de clase en relación al género o a la raza, que se aleje de la ortodoxia marxista clásica.
Sobre la dicotomía migración-universalismo declara que «la migración produce conflictos y a veces la izquierda no lo quiere ver». Mezzadra reconoce que las teorías decoloniales todavía están poco desarrolladas en la Europa no anglosajona, pero cree que empiezan a tener cierta importancia. Por último, preguntado por la islamofobia señala que hay un cierto pensamiento que cree que el hombre blanco debe salvar a la mujer musulmana, como si no se pudieran liberar solas.
Siguió Samuel Pulido reconociendo las escasas referencias en España a las corrientes decoloniales. En torno a Canarias, admite que han decaído las reflexiones históricas sobre Canarias y su historia. En ese sentido afirma que «el pensamiento crítico canario ha sido mayoritariamente nacionalista e historicista». Cita a la emigración como uno de los elementos que ha podido dificultar el nacimiento de un nacionalismo temprano en Canarias, mientras en América buena parte de los protagonistas en procesos similares eran de origen canario. A su vez, Canarias ha sido tierra de deportados, de exiliados, de castigados, lo que da cuenta de un territorio sometido.
Pulido aclara que el colonialismo no queda reparado con las independencias nacionales. Acerca de algunos intentos por cambiar el paradigma canario e incluir un pensamiento decolonial, cita «La conflictividad rural en Canarias (siglos XVIII-XIX). Una nueva visión histórica» de Jorge Sánchez Morales y «Una arqueología de los márgenes» de José Farrujia. De Farrujia extrae una reclamación en la que el autor hecha en falta estudios postcoloniales en Canarias. En relación al indígena, Pulido sostiene que en Canarias falta el indígena claramente definible como en América y el esclavo negro africano. En parte, considera, lo sustituye el canario que posee multitud de influencias. Concluyó con un llamado a completar una tarea pendiente: reflexionar sobre estos elementos desde Canarias y definir para ello una identidad propia.
En el participativo coloquio, José Antonio Ramos Arteaga expuso una metáfora literaria para explicar el paradigma del indígena: el fantasma y la loca de la casa. Varios asistentes coincidieron en indicar que no hacía falta un «fetiche» concreto para definir la decolonialidad en Canarias. La última reflexión versó en torno a la realidad hoy, en pleno siglo XXI, de Canarias como Archipiélago colonial. Mañana continúa el curso con la una mesa redonda sobre literatura canaria con la presencia de José Ángel de León, Jacqueline Cruz y José Antonio Ramos Arteaga. Si no puede asistir, puede seguir algunas partes del acto en el Twitter de Tamaimos.com (@Tamaimos) con el hashtag #Canariasylamiradadecolonial. Hoy miércoles, jueves y viernes a las 12:00 puede leer una crónica de la jornada.