
Somos muchas las mujeres mayores sin nada. Yo misma, ahora que tengo 62 años y estoy divorciada (gracias al cielo), me doy cuenta que todo lo que he hecho no me ha servido para tener un sustento.
¿A dónde voy ahora con estas manos rotas y vacías?
Trabajé muchos años para una empresa que me engañó. Me pasé 15 años, 40 horas a la semana, cuidando personas mayores. La empresa cerró por irregularidades y cuando fui a arreglar mis papeles me encontré con una vida laboral casi vacía.
Me estafaron y me quedé sin nada.
Con mis 62 salgo a la calle a buscar esperanza.
– Lo siento, eres muy mayor para trabajar, me dicen algunos.
– ¿A dónde vas si no tienes estudios? Me dicen otros.
Lo único que sé es que siempre he sacado mi familia adelante y ahora no tengo con qué subsistir.
Lo único que sé es lo que me dijo la señora de la seguridad social.
– Disculpe señora pero usted no ha cotizado lo suficiente, cuando tenga edad para jubilarse le daremos la no contributiva, 364 euros al mes.
Me estafaron y me he quedado sin nada.