
Coalición Canaria, como el tango de Gardel, piensa que “20 años no es nada”, por lo que 23 es muy poco. Son los años que lleva en el poder en Canarias una formación nacida para ganar. La reforma electoral ha sido un aliado constante. Hablamos de un partido que nació de la suma de siglas de partidos insulares, en algunos casos, insularistas, que a su vez venían de sectores tardofranquistas de la UCD y con la guinda de algún elemento de la izquierda, que olvidó la lucha de clases y se dedicó pronto a hacerle la venia a sectores empresariales. “Más de dos décadas en las que hemos sumado muchos aciertos, pero también muchos errores”, resume el documento de refundación de la formación presentado el pasado 30 de enero y titulado “Un nuevo comienzo para el nacionalismo canario. Una nueva etapa para CC-PNC”. Un nuevo intento de replantear los principios del partido, que sin embargo se topa con su cruda realidad.
De refundación en refundación
Cuenta José Miguel Ruano, Secretario de Organización de Coalición Canaria, en una entrevista publicada por La Provincia este lunes, que esta refundación busca un “proceso de participación real interna y externa (…) que la gente diga cuáles son los defectos de nuestra oferta política”. El documento presentado por el Consejo Político Nacional asevera que “debemos reconocer que la pérdida de votantes ha sido como consecuencia de la falta de respuesta y el inmovilismo en el seno de las estructuras y liderazgos de CC”. Uno de los baluartes de CC en Fuerteventura, Mario Cabrera, va más allá en el Diario de Avisos y solicita «levantar las losas en CC para refundar el nacionalismo canario». “Hay que agitar CC para que se active la organización y sea capaz de generar espacios de trabajo con otros grupos nacionalistas. Colaborar con grupos sociales y ciudadanos particulares con los que compartimos proyectos y puntos de vista”. Cabrera se queja de la figura del Secretario Insular del partido en Fuerteventura, José Juan Herrera Velázquez, lo que evidencia la lucha de poder en el seno de los nacionalistas.
No se crean que es la primera «refundación» de Coalición Canaria en estos 23 años. En 2007 varios miembros del partido participan en la pegada de banderas canarias con siete estrellas verdes en Las Palmas de Gran Canaria. El hecho, más allá de lo simbólico, abre el camino hacia la aceptación interna de la bandera canaria de las siete estrellas verdes y de un ideario pretendidamente más nacionalista, que intentan reflejar en el IV Congreso Nacional del año 2008. Señala Juan García Luján en una reflexión con motivo del vigésimo aniversario del partido:
«Veinte años en los que han evolucionado desde aquel miedo inicial a poner la palabra ‘nacionalista’ en su marca (‘es que eso provoca rechazo’ me dijo uno de sus fundadores a la salida del hotel donde inventaron su nombre), a asumir como propia la bandera nacional canaria creada por el MPAIC, cuyo líder Antonio Cubillo estuvo a punto de morir en un atentado de terrorismo de Estado cuando en el Estado gobernaba UCD, partido en el que militaban buena parte de sus fundadores de la banda derecha (Manuel Hermoso, Paulino Rivero, Lorenzo Olarte…)»
En 2011, tras las Elecciones Generales del 20 de noviembre, Ana Oramas pide una “refundación del nacionalismo canario”. ¿No les suena de algo? La nueva refundación de 2016 propuesta por el Consejo Político, tiene entre sus objetivos:
“Tenemos que tener claro cuáles son los principales instrumentos y proyectos que pueden contribuir a un mejor autogobierno como una televisión que sea útil a todos los canarios, la importancia de una política de seguridad propia para Canarias en la que debería jugar un papel importante la policía autonómica, las posiciones sobre población y territorio y la emigración en Canarias en base al informe sobre la inmigración en las regiones ultraperiféricas de la UE, las políticas de empleo orientadas a los residentes en las islas, apoyo al tejido empresarial canario, la política hidráulica y energética del archipiélago con la apuesta hacia las renovables, una política de transportes que una a Canarias, la importancia del conocimiento de las islas y sus habitantes en los contenidos canarios en cultura y educación, profundizar en el camino emprendido para que las islas cuenten con una hacienda propia, entre otros grandes temas”.
En materia de autogobierno, acuerdan luchar por el máximo de autogobierno, pero siempre dentro del «marco del Estado español»:
“Como un solo equipo debemos prepararnos para ganar la confianza de la mayoría de la ciudadanía canaria porque ofrecemos una propuesta que marca una propuesta viable y diferente para el bienestar de Canarias en los próximos años desde el máximo autogobierno posible en el marco del Estado español para ser atractivos y singulares en el marco global”.
Las contradicciones entre los proyectos esgrimidos y los hechos objetivos de la política de CC, son evidentes. Más descarada es la dualidad de calificarse nacionalista y poner el límite del autogobierno en la relación con el Estado español. El documento también habla de relaciones con otras formaciones. Pide «trabajar conjuntamente con otras organizaciones nacionalistas», en clara alusión a Nueva Canarias. José Miguel Ruano puntualiza: “con Nueva Canarias formamos parte del mismo núcleo original pero se fueron en 2005. En este documento que presentamos hablamos de unidad de acción en algunos asuntos con ellos, pero no estamos hablando de unidad orgánica porque en estos momentos no hay condiciones, pero quizás dentro de un par de años las haya”. Ruano solicita compartir “ámbito de acción en Madrid”. Continúa que “Nueva Canarias, entre el debate de centro y periferia o izquierda y derecha, ha elegido el último, el de izquierdas”, esgrimiendo una crítica muy repetida en los sectores de su organización.
En esta nueva etapa de Coalición Canaria también se debate la Ley Electoral, aunque, como siempre, de una manera bastante soterrada. El Secretario de Organización, José Miguel Ruano, desvela que «nos hemos prestado a que haya un debate interno en la comisión de estudio”. Sin embargo, considera que ha sido un “marco válido”. En parecidos términos se expresa Mario Cabrera: “no apoyaremos restar representatividad y peso específico a las islas no capitalinas”, sin atender a soluciones que pudieran establecer un mecanismo más justo de reparto de escaños. Coalición Canaria es uno de los grandes beneficiados por el sistema de la triple paridad.
Nacionalistas condenan «ruptura del Estado»
Las comentadas genuflexiones del presidente Fernando Clavijo ante el Rey, no son más que una metáfora de la posición de Coalición Canaria para con la «integridad» del Estado. Hablamos de un partido que no plantea un avance en el autogobierno de Canarias que no sea dentro del «marco del Estado español», según su propio texto. Sirven como ejemplo las declaraciones de sus dirigentes acerca de pactos en los que también esté Podemos en el Estado. La diputada de la formación, Ana Oramas, asegura que «cuando haya un candidato a la investidura, será la dirección de Coalición Canaria la que tomará una decisión, pero en ningún caso apoyaremos un gobierno con Podemos». ¿El veto a Podemos está basado en su ideología? No exactamente. Fernando Clavijo mostró su negativa a pactar con Podemos porque «viene a romper el Estado». Nacionalistas se quejan de la posible ruptura de otra nación, absolutamente surrealista.
Como ejemplo de la disparidad de criterios en la política de CC, basta leer las declaraciones de Mario Cabrera en la misma entrevista en Diario de Avisos arriba citada: “Cataluña, Valencia, Canarias o Extremadura deben tener derecho a votar su relación con el Estado si así lo piden sus gobiernos autonómicos, y si para eso hay que modificar la constitución, que se modifique”. Sobre Podemos, no se expresa en términos tan beligerantes como sus compañeros, aunque resalta su espíritu fuereño: «estas formaciones de obediencia peninsular se organizan detrás de colores y logos, las personas son secundarias. Si somos capaces de explicar lo que significa una cosa y la otra, creo que la gente lo entenderá sin problemas”. Coalición Canaria denota ser una relación de intereses más que una formación con principios y objetivos comunes.
¿Vuelta a los orígenes?
“Los cambios en cualquier organización suponen muchas veces retornar al punto de partida, y hay que saber buscar también en el origen, en los principios, latentes pero no evidentes para la sociedad en general, que inspiraron el nacimiento de CC para adaptarlos a los nuevos tiempos y conectar con más fuerza y empatía con la ciudadanía”. El nacimiento de Coalición Canaria estuvo dirigido por sectores tardofranquistas, que se unieron en extrañas alianzas con partidos insulares escorados a la izquierda y deseosos de poder. Ese es el origen que reclama el documento de refundación. En su fundación fueron actores principales Martín Paredes, un ex legionario, Honorio García Bravo o Manuel Hermoso. Relata Juan García Luján en su texto que Martín Paredes mandó trasladar a García Bravo por la fuerza a Tenerife. García Bravo era el voto 31 que propiciaba la investidura de Manuel Hermoso, el político que presentó una moción de censura al gobierno del que era vicepresidente para ser presidente. Y, dicho sea de paso, fue uno de los parteros protagonistas de la criatura, Coalición Canaria, que no ha conocido la oposición en el ejecutivo canario desde su creación.
Un partido que quiere refundarse a partir de reencontrarse con los principios de los comienzos y que a su vez censura que se rompa el Estado español. Que no concibe el autogobierno canario más allá de las faldas de papá Estado. Con su historia, con su política que Enrique Bethencourt califica como «una especie de PP autóctono con timple y cachorro» y con sus planteamientos sobre la integridad del Estado, solo le queda ocupar el espacio de servil socio de la derecha del PP y Ciudadanos en Canarias. Ellos mismos se han encargado de ocupar ese target, para refundarse en una especie de UPN canario. Recuperarán así la esencia de sus fundadores, de aquellos políticos que en los extraños años 70 optaron por el orden de la UCD. Ahora que parece que se avecina una nueva coyuntura de cambio, es un buen momento para hacer caso a Carlos Gardel: «y aunque no quise el regreso, siempre se vuelve al primer amor».