
A mí me parece bien que el Presidente del Gobierno de Canarias y el Presidente del Gobierno del País Vasco se vean y hablen, entre otras cosas, de los peligros de la creciente recentralización del Estado. No sé si el tema de conversación irá también por ahí cuando Fernando Clavijo, alias “el Genuflexo”, habla con el Rey de España. Más bien se acuerda uno de Arzalluz, cuando decía aquello de que “a los nacionalistas canarios los compran con cuatro perras para carreteras”, o algo así. No es que uno esperara del gabinete de Clavijo una asertividad digamos normal para lo que debe ser el Gobierno de un país como el nuestro. Más bien, se inscribe Clavijo, a tenor de lo que vamos viendo, en el tono plañidero marca de la casa coalicionera. “Llorad las damas, si dios os vala” y de paso te vuelvo a dar otra vuelta de tuerca en los Presupuestos del 2016. No salen las cuentas ni desde el punto de vista de la inversión per cápita ni desde el punto de vista del lugar que ocupamos en el ranking de comunidades autónomas por el actual sistema de financiación: los cuartos por la cola.
Como se nota mucho que la nueva política de diálogo, consenso, entendimiento, gloria en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad, no da grandes resultados, el Gabinete Clavijo trata de presentar la liberación de parte del ITE -finalmente, unos 120 millones de euros- como un gran logro. Dice el Presidente que “por primera vez un Gobierno de España cumple con Canarias en la media de financiación del Estado”. Este triunfalismo contrasta con los 261’80 millones de euros que recibe Canarias de menos con respecto al ejercicio anterior. Resta y sigue. Casi le dan ganas a uno de pagar el ITE y que no nos quiten tanto por todos lados. Como sigamos así, en un par de planes quinquenales va a ser Canarias quien financie a España, aunque los hay que dicen que eso ya está ocurriendo. Mejor haría Clavijo, en vez de intentar vendernos pajaritos preñados, en aprender de su homólogo vasco y reclamar un “concierto canario” que ponga las cosas en su sitio, nuestra Hacienda donde debe estar y nos haga dar un paso decidido en pos de mayores cotas de autogobierno. Cualquier cosa antes que volver a presenciar la desidia y bajada de brazos habitual de Coalición Canaria.