¿Una victoria mermada pero aún mayoritaria del PP, a la cabeza de Asier Antona, ese ausente palmero que Soria colocó cuando se le requirió para labores ministeriales de, hoy, dudoso interés para el Archipiélago? ¿A qué elemento de poca enjundia designará el PSOE para superar sin éxito al desterrado (cuidado, desterrado a Canarias y ya, para su suerte y la nuestra, ido) Juan Fernando López Aguilar? ¿Será Clavijo, el heredero del cacicato de Aguere y elemento del ala más conservadora (e indeseable para estos tiempos) de CC, el nuevo Presidente de un GobCan cuya cabeza y trono se acercan mucho más al petrolífero Soria que a otra cosa? ¿Se confirmará el rumor de que Paulino Rivero (el derrotado que siempre gana) dará un salto al PNC para alegría de García Ramos?
¿Volveremos a un escenario donde PP y PSOE ocupen la mayoría del arco parlamentario y CC, en su papel de bisagra, vuelva a sus andadas para quedarse con el gobierno? ¿Dónde está Podemos Canarias, al que las encuestas dan 7 escaños, planteando siquiera ALGO por nuestra tierra? ¿Cuándo Nueva Canarias le dirá a Román que «muchas gracias y hasta luego»? ¿Qué hará la dispersa izquierda canaria? ¿Nuclearse o seguir pensando que van a liberar a esa hipotética Canarias que sólo vive en sus cabezas y, obviamente, siempre en solitario?
Ante esta retahíla de preguntas, al fin y con cierta retórica, disyuntivas de espasmo, la concretera invita a pedir auxilio. El panorama político de Canarias es, cuanto menos, desalentador: las mismas fuerzas vivas y vetustas de siempre, la misma inanición intelectual que los nuevos (algunos incluso jóvenes) delfines heredan, y los problemas de siempre sobre fondo blanco.
Con estos elementos, estamos en la UCI. Esta es la verdad que nos explota en la misma cara, y es el momento de que los ciudadanos más preparados y comprometidos de la sociedad canaria empecemos a establecer sinergias para que en un futuro próximo, nuestra tierra, tenga lo que merece: que el timón de este barco que, sin freno, va proa al marisco, sea llevado por canarias y canarios de pro. Devolver la dignidad a este maltratado Archipiélago Atlántico, aunque sea durante el poco tiempo que pasamos por esta vida.